miércoles, 17 de octubre de 2007

La isla.

La musica en mis oidos, un sol penetrante acariciando mi piel, mientras nos movemos con armonía sobre un suelo suave, delicado, nuestro amante del camino, la arena.
Sueño despierto figuras que emergen de la tierra de poseidón, contorneados en un cielo brillante, me hacen sombra y llevandome una mano a la frente logro ver frente a mi el amor, flota en el aire el alivio de las almas sojuzgadas dia a dia, pero ya nada de eso existe, solo veo sonrisas veo como nos contagiamos la buena energía.
Nadando en un mar que sana todas las heridas, donde convergen nuestros llantos y se convierten en un gran mundo azul que va y viene, se lleva nuestras lagrimas y nos trae la alegría.
Mantengo los ojos cerrados y siento esa brisa fria que pega en mi cara, espero que pase el viento y abro mis ojos, miro hacia los lados, estan todos los que me acompañan en este camino. Todos los que vivimos el mismo destino los que tratamos de encontrar la felicidad en un mundo que ya no nos la provee, la verdad es que nos aferramos a ciertas construcciones que nos ayudan a vivir, para algunos la religión, pueden ser muchas cosas. A veces se siente tan común que la gente odie trabajar, odie estudiar, se esta volviendo una fuerte tendencia, porque claro, quien querria trabajar en un mundo que se hunde a si mismo, quien querria trabajar para alguien que te denigra, pareciera que cuando mas trabajas mas te hundis, es como caminar en el barro.


Y por eso ahora estamos aca, en la isla de nuestros deseos, en el paraiso, en mi imaginación, como quieras llamarlo.



Ju.

No hay comentarios: