¿Podés imaginar un día soleado en que la tentación te asalta y corres por la plaza del pueblo con sus árboles rosados?
Percibiendo ese aroma del florecer de los espiritus libres y sentís esas miradas complices que caen sobre tus hombros. Mirás alrededor y atisbás a ver sonrisas mal disimuladas de aquellos que oyeron en la radio por la mañana que este era ya un mundo distinto.
Las memorias de heridas se disipan y solo asoman para recordarte el derecho de tu libertad, de respirar bocanadas de aire fresco con alivio, de vivir sin sentir la constante opresión en tu espalda.
Esbozamos una sonrisa que jamás nadie debe borrar y defendemos nuestro futuro, nuestras oportunidades...
Despertás, viernes, el cielo nublado. La lluvia amenaza con caer y mojarte de incertidumbre.
De golpe te sentis pesado, anticipandote al clima, tu ropa ya esta mojada, espesa.
La gente sale de trabajar luego de ocho horas hostigantes. Solo se alivian con algun programa de tv vacío e idiota. No quieren pensar, no quieren ser.
Disfrutan de sus actividades vitales cuales animales sin conciencia de la propia vida, la negacion de nuestra existencia.
- Comer, cagar, cojer, dormir- (hambre, odio, frustración, deseo)
- Tv, compras, alcohol- (vacío, consumismo/ilusión, escape).
Los nenes juegan, los pibes sueñan, los adolescentes se preguntan, los grandes se resigna, los ancianos se conforman.
De vez en cuando en el rato libre pensamos, sentimos la condena. La de ellos porque no pueden parar, la nuestra porque no podemos seguir.
En este cuento las páginas nos vencen de a poco, el alma va quedando impresa en palabras odio y temor, que se escabuyen hacia rincones oscuros. Y asi nos quedamos haciendo la nada.
(pero hay que recordar que es solo un cuento)
Ju .
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